miércoles, 6 de abril de 2011


TRATAMIENTO
                                                                                                                                    URL de la imagen. Extraída el 06\04\2011.
En todos los casos en los que la tumoración mamaria presenta características clínicas y radiológicas de malignidad se debe proceder sin pérdida de tiempo a hacer una determinación citohistológica; para tumores palpables dicha determinación se puede hacer por medio de biopsia con aguja fina, o mediante una biopsia excisional en casos de lesiones de menos de cinco centímetros con estudio histopatológico transoperatorio, lo que permitirá definir el diagnóstico de cáncer y tomar la decisión correcta en dicho momento. Otra modalidad de biopsia es la incisional indicada en las lesiones fungantes, ulceradas, o muy grandes, candidatas inicialmente a un tratamiento de quimioterapia. (Rodríguez, Luis, & Ileana, 2007)
Actualmente, gracias a los adelantos radiográficos, se pueden  detectar lesiones no palpables a través de la mastografía, en las cuales se deberá hacer un marcaje con estereotaxia y biopsia para estudio histopatológico definitivo. (G & De, 1996)
También en lo relativo al diagnóstico y tratamiento de los ganglios axilares, actualmente se dispone del método llamado Mapeo Linfático y estudio del Ganglio Centinela, que permite conocer durante la operación si los ganglios linfáticos axilares están afectados por células tumorales (metástasis) y en su caso efectuar el tratamiento adecuado de la axila, permitiendo de esa manera evitar a 65-70% de las mujeres la extirpación innecesaria de los ganglios axilares (Disección radical de axila) con la inherente disminución de la morbilidad secundaria a ese procedimiento. (Rodríguez, Luis, & Ileana, 2007)
Afortunadamente, se dispone de diferentes opciones, sobre todo si el diagnóstico se logra hacer en lo que llamamos fases tempranas (Estadios 0. I y II) ya que el tratamiento puede ser tan simple como la extirpación del tumor con un margen de tejido circunvecino sano, seguido de radioterapia a la mama, preservando la mama (Tratamiento Conservador), o bien, si no es posible preservar la mama y es necesaria su extirpación (Mastectomía), se puede efectuar esta operación preservando la piel y efectuando en el mismo tiempo quirúrgico la reconstrucción de la mama, evitando así a la paciente el trauma de la mutilación. Para ello se utilizan diferentes técnicas, sea con uso de expansores, prótesis o colgajos de tejido de la misma mujer tomados de otras partes del cuerpo (abdomen, dorsal, glúteo).
El tratamiento estándar para el cáncer de mama en etapas I y II es la mastectomía radical modificada (tipo Patey) la cual incluye la glándula mamaria con areola y pezón, el músculo pectoral menor y los ganglios axilares de los niveles I, II y III. En etapa I muy temprana se está realizando la cuadrantectomía o lumpectomía con disección de los ganglios axilares también de los tres niveles pero conservando la glándula mamaria, la cual necesariamente deberá recibir tratamiento complementario con radioterapia. (G & De, 1996)
En las pacientes que presentan ganglios positivos a otros factores de pronósticos adversos se les deberá administrar quimioterapia adyuvante. La etapa III será sometida, en la mayoría de los casos, en forma preoperatoria a quimioterapia y posteriormente se valorará si se somete a cirugía y/o radioterapia. (G & De, 1996)
Las pacientes en etapa IV o con enfermedad metastásica a distancia son candidatas únicamente a tratamiento paliativo, es una enfermedad que en la actualidad tiene pocas posibilidades de curación, por lo cual el tratamiento deberá tener la finalidad de mejorar la supervivencia y aliviar los síntomas. En todos los casos las pacientes con receptores positivos o postmenopáusicas deberán recibir tratamiento hormonal con tamoxifeno por cinco años o raloxifeno en caso de tener útero (G & De, 1996), también se debe de tener en cuenta:
Ø  Cirugía: El objetivo del tratamiento locorregional es conseguir el control local de la enfermedad, obtener información pronóstica y definir la estrategia terapéutica más conveniente. El tratamiento locorregional consiste en la extirpación del tumor o de la mama afectada junto con un vaciamiento ganglionar axilar ipsilateral. Diversos estudios han demostrado que el tratamiento conservador mediante Cirugía (Cuadrantectomia,Segmentectomia,Tumorectomia) y Radioterapia postoperatoria presenta la misma supervivencia que el Tratamiento Radical (Mastectomia). (Viana Zulaica & Latorre,, 2003)
Ø  Tratamiento adyuvante: Se entiende por tratamiento sistémico la administración de quimioterapia o terapia endocrina después de la cirugía primaria, con el objetivo de eliminar la posible existencia de enfermedad residual microscópica y disminuir el riesgo de recidiva local o diseminación a distancia.
Los estudios realizados demuestran el beneficio de la poliquimioterapia complementaria. En general se recomienda el tratamiento adyuvante sistémico con quimioterapia a las pacientes con un riesgo de recidiva superior al 10%. Los citostáticos están indicados en pacientes premenopáusicas con receptores hormonales escasos o ausentes. La duración del tratamiento generalmente es de 4 a 6 meses.
Se ha demostrado la eficacia de los anticuerpos monoclonales (Trastuzumab) en tumores que presentan sobreexpresión del receptor HER-2/neu, cuando se combinan con el tratamiento de quimioterapia, ya que mejoran las tasas de respuesta y de supervivencia.
Se recomienda el tratamiento con radioterapia, durante 5-6 semanas tras la cirugía conservadora, o bien en casos de afectación de la pared torácica o axilar masiva.
Una vez finalizada la quimioterapia, en las pacientes con receptores hormonales positivos o desconocidos debe administrarse tamoxifeno 20 mg/día, durante 5 años. Se ha demostrado que una duración del tratamiento de 5 años es significativamente superior, en cuanto a la reducción del riesgo de recidiva y mortalidad, a 2 años. No se ha demostrado beneficio con la administración de tamoxifeno más allá de 5 años, ni en las mujeres con receptores hormonales negativos. El tamoxifeno presenta efectos beneficiosos añadidos por su acción agonista parcial estrogénica: reducción de la pérdida de masa ósea y la disminución de cLDL. Entre sus inconvenientes están: sofocos, sequedad vaginal, aumento de peso, cefalea, accidentes tromboembólicos, cataratas y sobre todo aumento de riesgo de cáncer de endometrio.
En los casos de cáncer de mama localmente avanzado, que incluye los tumores resecables de gran tamaño, tumores inoperables y axila con ganglios fijos, así como en el carcinoma inflamatorio, está indicada la quimioterapia neoadyuvante (previa a la cirugía). Tras la misma se completa el tratamiento con quimioterapia adyuvante y radioterapia. (Viana Zulaica & Latorre,, 2003)

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